MONICIONES
Inicial.
El Señor nos reúne de nuevo en torno a su mesa, porque la Eucaristía es una gran fiesta, una gran comida que Dios ofrece a las personas. Dios nos mira con amor y nos regala lo que más nos conviene: su Palabra que nos guía; su Cuerpo y Sangre, que nos alimentan; su ternura, que cura nuestras heridas. Por eso, celebrar la Eucaristía nos compromete a extender nuestra mesa a los pobres y necesitados, a los que no tienen ni pan, ni amor
Los textos litúrgicos de este domingo nos invitan a echar una mirada a nuestro prójimo, a fin de que revisemos nuestras relaciones con él. La búsqueda de la justicia y su práctica con el prójimo aparece como una constante en las tres lecturas.
Primera Lectura.
La lectura que vamos a escuchar refleja muy bien la situación del reino de Israel cuando fue enviado el profeta Amós. Mucha riqueza, pero a costa de la explotación y la injusticia. El rey canta tranquilo a su Dios, mientras el pueblo padece hambre. Es una llamada a no separar la fe y el culto, de la vida real.
Segunda Lectura.
San Pablo nos recuerda una verdad fundamental: la fe no sólo es creer en Dios y fiarse de Él. La fe es también practicar, combatir conquistar.
Evangelio.
Jesús nos interpela hoy en el Evangelio, presentándonos una situación muy real en nuestros días y que la tenemos muy cerca de nosotros. Unos mueren de hambre o lo pasan muy mal, mientras otros vivimos cómodamente.
Puestos de pie cantamos aleluya.
PETICIONES
- Por la Iglesia, para que viva cercana y sepa dar respuesta a las necesidades espirituales y materiales de los hombres de nuestro tiempo. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por la paz, para que seamos constructores de una sociedad en paz, favoreciendo unas relaciones justas y fraternas. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por los que pierden la vida en circunstancias trágicas, en el intento de llegar a nuestra tierra, con el deseo de lograr una situación personal y familiar mejor. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por los países que viven sometidos a la pobreza, al hambre y la injusticia, para que con un reparto más justo de los bienes de la tierra, puedan ver superada su desesperada situación. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por todos nosotros, para que la participación de la Eucaristía nos haga vivir con más fidelidad las exigencias del Evangelio y de la fe que decimos profesar. ROGUEMOS AL SEÑOR